Más metano

El hielo del Ártico forma una capa impermeable a la acumulación de metano que se encuentra bajo ellas. El deshielo del Ártico tiene consecuencias ya conocidas en el cambio climático pero una, no tenida en cuenta en los modelos que los organismos de Naciones Unidas han realizado, es la emisión de estos gases de efecto invernadero acumulados bajo el permafrost (suelo de la Tierra que permanece congelado durante al menos dos años consecutivos) y glaciares, incrementando las consecuencias mencionadas.

En artículo publicado en Nature Geoscience ( @NatureGeosci ), de julio de 2023, redactado por Gabrielle E. Kleber y otros, con el título “Groundwater springs formed during glacial retreat are a large source of methane in the high Arctic”, señala los resultados del estudio realizado en el archipiélago noruego de Svalbard durante el periodo de febrero y mayo de los años 2021 y 2022.

Mencionado estudio señala que en Svalbard Central los manantiales procedentes del deshielo se encuentran saturados de metano 600.000 veces superior al equilibrio atmosférico, con unas emisiones estimadas de 2.310 toneladas de metano en el archipiélago (6.268 km2).

Este descubrimiento, apoyado en otros con similares resultados, revela que el retroceso de los glaciares provocado por el calentamiento global generará nueva fuente de emisiones de este gas de efecto invernadero, retroalimentando el ciclo y acelerando el cambio climático.

Debemos tener en cuenta que el metano (CH4) es el segundo compuesto que más contribuye al calentamiento global y responsable del incremento de temperaturas en un 30-50% según el IPCC ( @IPCC_CH ) (Grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático).

Los niveles de metano en 2019 eran más del doble que la de la era preindustrial. Con el descubrimiento de esta nueva fuente de emisión, el deshielo del Ártico, el objetivo del incremento de temperatura en 1,5º se hace difícil, si no imposible teniendo en cuenta que no hay acción decidida para evitarlo.

Naciones Unidas ( @UN ) calcula que los efectos de la reducción del metano serían frenar los efectos del cambio climático, evitar 260.000 muertes prematuras, 775.000 visitas al hospital por asma, 73.000 millones de horas de mano de obra perdidas por calor extremo y 25 millones de toneladas de pérdidas de cultivo al año.

El IPCC establece varios escenarios de impactos sin medidas de adaptación adicionales; en el área central del Planeta el riesgo de pérdida de especies es de 1-5% con incrementos de 1,5ºC y del 100% con incremento de 4ºC, los días de riesgo para la salud humana pasa de 10-50 días con incrementos de temperaturas de 1,7-2.3 ºC a 365 días en el área central del Planeta con incrementos de 4,2-5,4ºC, la producción alimentaria disminuirá (según zonas) de un 10% con incrementos de 0,9-2,4ºC al 35% con incrementos de 3,4-6ºC.

Si queremos evitar temperaturas más altas, tormentas más intensas, inundaciones, propagación de enfermedades, enfermedades y muertes relacionadas con la contaminación, olas de calor, derretimiento de glaciares, incendios, huracanes, cambio de ecosistemas, desaparición de especies, aumento del nivel del mar, disminución de producción alimentaria, hambre, migraciones climáticas,…, debemos ponernos a trabajar, ¡digo yo!

Fuentes:

https://www.nature.com/articles/s41561-023-01210-6

https://news.un.org/es/story/2021/05/1491742

Cambio climático, biodiversidad y pandemias

Hace un par de días me crucé con el artículo “Climate Change Will Accelerate Viral Spillover, Study Finds, escrito por @carlzimmer, publicado el periódico @nytimes, el pasado 28 de abril de 2022. En el artículo, el autor interpretó un artículo científico publicado en la revista científica @Nature , en el que Carl Zimmer vinculaba el Cambio Climático con futuras pandemias pero, en mi opinión, salvo error de interpretación por mi parte, sesgar información en un medio de comunicación puede acarrear graves consecuencias.

En primer lugar, me gustaría señalar que, según artículos de diferentes científicos, el número de  virus es el mismo a lo largo del tiempo, 10.000 especies de virus circulan en los animales salvajes. Estos virus tienen menos huéspedes debido a la pérdida de biodiversidad y tienen que buscar nuevos. Esta parece ser la razón; menos animales y el mismo número de virus aumentan el riesgo de que salten a los humanos como nuevos huéspedes y causen una nueva pandemia. Por tanto, el problema real es la pérdida de biodiversidad. Las especies han disminuido al menos un 20% desde 1900 y un millón de especies están en peligro de extinción, según @ONU_es.

Por tanto, centrar el problema en el Cambio Climático es impreciso porque no es la única causa de la pérdida de biodiversidad. De hecho, el artículo científico de Nature señala que está relacionado con el cambio climático y el uso del suelo. Es más, esta revista científica indica que mantener el calentamiento por debajo de los 2ºC dentro de un siglo no reducirá la futura propagación viral.

En segundo lugar, desde mi punto de vista, mencionar a los murciélagos de la manera que el artículo de Zimmer lo hace, es peligroso porque puede generar animadversión de los lectores respecto con este mamífero, que incide negativamente en su supervivencia, favoreciendo su extinción y sus consecuencias. El artículo científico nombra al murciélago como mamífero, no como responsable. Los murciélagos son un mamífero protegido en España por su papel en el equilibrio del sistema. Un solo murciélago puede comer hasta tres mil insectos en una sola noche evitando enfermedades infecciosas o plagas en cultivos. Recordar que el mosquito es el animal que produce más muertes de humanos, 750.000 al año.

Entiendo en positivo el artículo de este magnífico periodista y escribo este texto desde la convicción de que se entenderá el sentido de mi crítica; una información precisa mejora la actuación de nuestros ciudadanos en este delicado tema. Lamento la posible mala interpretación por mi parte y vaya por delante que no soy experto en la materia, simplemente leo porque firmemente creo que la lucha por evitar la pérdida de biodiversidad y el cambio climático es vital para nuestras futuras generaciones. Debemos recordar que la biodiversidad favorece la producción de alimentos, la productividad de la tierra, el control de plagas, la reposición de aguas subterráneas, la polinización,…, la vida.

Tiempo de descuento

Los negacionistas, ignorantes que niegan lo evidente con un objetivo claro de obtener beneficios inmediatos a costa de nuestro futuro, son fruto de un sistema absurdo e injusto. Reclamo la política como única forma de organización administrativa, pero una política honesta. Quien tiene la responsabilidad de gobierno puede dirigir su acción en un sentido u otro, pero jamás, desde mi punto de vista, de espaldas a la realidad científica.

Cada vez que hemos tenido un problema grave, ha sido la ciencia la que nos ha sacado del hoyo, con unos científicos y/o funcionarios que actúan más allá de lo que es su deber, como está sucediendo con el COVID o la erupción del volcán de La Palma.

También puede pasar lo contrario, como en la crisis de Prestige, que la dejación de funciones fue sustituida por la acción ciudadana perfectamente autoorganizada. O el continuo absentismo de la comunidad internacional en la lucha contra el cambio climático, con vergonzantes declaraciones públicas como aquella de “¿Cómo voy a decir lo que va a pasar en el futuro si no sé el tiempo que va a hacer en Sevilla mañana?”.

El pasado mes de agosto se publicó el informe del grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático de Naciones Unidas, basado en la evaluación de decena de miles de publicaciones científicas, con conclusiones muy claras, que nos vienen repitiendo en otros anteriores: Los cambios producidos se van a mantener en el tiempo, desde 1850 a 2020 la temperatura ha subido 1ºC provocado por la acción del hombre, tenemos el aumento del nivel del mar más rápido en 3000 años y las concentraciones de CO2 más alta de la historia.

Las proyecciones también son meridianas: La temperatura subirá 5ºC hasta 2100 si seguimos emitiendo sin control, los cambios se hacen mayores con cantidades adicionales de emisiones de gases de efecto invernadero, hay que evitar emisiones para limitar el calentamiento, el retroceso de los glaciares y aumento del nivel del mar continuará durante miles de años, los patrones de precipitaciones seguirán cambiando siendo superiores en latitudes altas e inferiores en las bajas, cambiará el ecosistema marino por la acidificación y el incremento de temperatura de los mares…

Pero en las ciudades, zonas donde vivimos, algunos aspectos del cambio climático pueden verse amplificados, en particular el calor y las inundaciones. La geometría de la ciudad (densidad, diseño, altura y tamaño) puede incrementar la temperatura 1 o 2 ºC dependiendo de la zona. El calor de las actividades humanas (calefacción) puede incrementar 1ºC. Pero también se puede mitigar este incremento con retenedores de calor (materiales de edificios y carreteras) que puede bajar entre 0,75 y 1 ºC, agua (mar, río, lago, riego) que puede bajar 1ºC o vegetación (parques, bosques o jardines) que pueden bajar entre 1,5-3ºC.

Esto me genera una enorme duda ¿Cómo alguien puede votar al que niega lo evidente, o se le conoce como corrupto o encefalograma con poco movimiento?. Creo que nuestra crisis es algo más que económica. Sólo encuentro la justificación en una educación pobre con poca incidencia en valores.

Cuenta atrás

Hoy empieza una nueva cumbre del clima en la que Naciones Unidas pretende poner de acuerdo a los gobiernos para que tomen conocidas medidas ante probadas consecuencias de nuestro modo de vida.

Año tras año se viene insistiendo en la necesidad de un acuerdo para preservar la vida de nuestras futuras generaciones y en la cumbre de París ya se tomó conciencia de qué era lo que había que hacer. Años después estamos en la misma situación. Han tenido que ser nuestros hijos los que nos pongan la cara colorada reclamándonos un Planeta en, al menos, las mismas condiciones en el que lo tomamos nosotros.

Parece que la acción política se aleja cada vez más de la acción pública, al menos en algunos países, pero la acción tiene que ser conjunta. Además, determinados países, curiosamente los que más contaminan, se resisten a priorizar el bienestar de sus ciudadanos frente a los intereses de las grandes corporaciones empresariales.

Y es que la necesaria acción política sólo tendría que actuar ante lo científicamente probado, no poniendo en duda lo que esta comunidad define, no es éste su trabajo. No es ecología frente a economía, que no considero antagónico, es vida frente a beneficios económicos de unos pocos.

Uno de los miembros del panel intergubernamental de expertos en cambio climático de Naciones Unidas ha resumido así el último informe de 2014: “Tenemos que despedirnos del sistema económico actual”.

Las emisiones de CO2eq, causantes del cambio climático, crecieron un 2,2%, por cada año, entre 1970 y 2010, aunque en el último decenio la media ha sido de un 4,5%; el 78% del total procedía de los procesos industriales y de la combustión de combustibles fósiles. La mitad de las emisiones causadas desde el inicio de estos procesos (1750) hasta 2010, se han producido en los últimos 40 años.  La energía suministrada es responsable de un 47%, mientras los procesos industriales lo son de un 30%.

Con el actual modelo, tanto el crecimiento económico como el de la población están ligados al incremento de las emisiones y, de no cambiarse,  en el año 2100 la temperatura del planeta se incrementará entre 3,7ºC y 4,8ºC de media respecto al periodo preindustrial, si bien de modo diferente en las diferentes zonas, con una oscilación entre 2,5ºC y 7,8ºC. También se incrementarán las concentraciones de CO2eq; si actualmente desconocemos las consecuencias de ser los primeros humanos que respiramos 450 ppm de CO2 en cada inhalación, se prevé un incremento a 750 – 1300 ppm de CO2 eq en 2100, que aunque parece fecha lejana, les va a tocar a generaciones que ya habitan el planeta.

La cantidad CO2eq existente puede permanecer en el ambiente más de 1000 años y su incremento puede producir la subida del nivel del mar en 82 cm. Ya empezamos a sufrir sus consecuencias en forma de deshielos, acidificación de los océanos – han absorbido el 30% de CO2 -, olas de calor, sequías, ciclones, inundaciones,… Además, podemos conocer una disminución notable de los recursos hídricos, reducción de cosechas de productos básicos, graves incidencias sobre especies con baja capacidad de adaptación,… Y como consecuencia de estos cambios, continuarán los movimientos desesperados de población, nuevos conflictos locales o continentales y, en suma, más pobreza y desigualdad.

El citado Informe Anual ofrece también medidas que pueden mitigar este sombrío panorama. La política climática tiene doble vertiente; beneficios – efectos sobre salud humana, seguridad alimentaria, biodiversidad, desarrollo local, acceso a la energía, formas de vida y de desarrollo sostenible. Políticas sólo posibles considerando valores sociales, económicos y éticos, prescindiendo de intereses individuales.

Con el objetivo de congelar las actuales concentraciones de CO2 eq y evitar incrementos de temperaturas superiores a 2 ºC en 2100, la ONU plantea medidas tecnológicas y conductuales que requieren el compromiso de los Estados, tales como el desarrollo de la eficiencia energética, la función de la forestación como sumideros de CO2, la reducción de la demanda energética y sustitución de la generación actual por energías renovables, la reducción del consumo de combustibles fósiles, la utilización y reutilización de materiales de larga vida útil y toda una suerte de cambios tecnológicos,…

Los múltiples avisos, tanto de la comunidad científica como de la naturaleza, han caído en saco roto hasta ahora. Esperemos que esta cumbre del clima obtenga algo más que compromisos vacíos por parte de los gobiernos.