Si algo requiere la acción de los poderes públicos, sin margen a la subjetividad del interés político, es la calidad del aire. El Instituto de Salud Global (@ISGlobalorg), ha desarrollado un estudio sobre agentes contaminantes y espacios verdes en las principales ciudades de Europa denominado “Estudio de salud urbana en 1.000 ciudades europeas”. De este análisis se han extraído los datos de las 10 capitales de provincia de Andalucía y Extremadura al objeto de focalizar el problema.

Para situar el asunto, los valores de contaminación los refiere a los de concentraciones de partículas materiales de 2,5 (PM2,5), mezcla de elemento sólidos y líquidos suspendidos en el aire de diámetro comprendido entre 0,1 y 2,5 μm que pueden penetrar hasta los alvéolos pulmonares, y las emisiones de NO2, que es uno de los principales contaminantes.

Existe una estrecha relación cuantitativa entre la exposición a altas concentraciones de pequeñas partículas (PM10 y PM2.5) y el aumento de la mortalidad. En cuanto al NO2, los estudios epidemiológicos han demostrado que los síntomas de la bronquitis en niños asmáticos aumentan en asociación con la exposición a este gas, además se ha observado que el crecimiento reducido de la función pulmonar también está relacionado con el NO2

Del informe se deduce que todas las ciudades están por encima de las recomendaciones de concentraciones de PM2,5 y emisiones de NO2 que la @WHO hace, aunque por debajo de los valores límites que marca la Unión Europea. Se estima que ajustarnos a los valores de la OMS podría evitar 1.672 muertes al año en estas 10 ciudades. Las mayores concentraciones de PM2,5 están en las ciudades de Sevilla, Cádiz y Málaga, siendo las menores Cáceres y Granada. En cuanto emisiones de NO2 las peores situadas son Sevilla y Málaga, posicionándose mejor en las ciudades de Badajoz, Cáceres y Jaén.

Otro parámetro medido es el ruido que, nuevamente, vuelve a ser superado por todas las ciudades objeto de este artículo respecto a los 53 dB que la OMS sitúa como valor límite recomendado. Así, las ciudades más ruidosas son Cádiz, Granada y Málaga, y la menor es Almería, con porcentajes de población sometidos a estas altas emisiones que varían desde el 94,6% de Cádiz al 60,1% de Almería. Situar estas ciudades en niveles inferiores al valor límite podría evitar 78 muertes.

Por último, el análisis compara valores sobre los espacios verdes y su calidad. Resulta curioso que la superficie definida oficialmente como espacio verde cumple el valor mínimo recomendable en todas las localidades a excepción de Cádiz, sin embargo, cuando nos fijamos en el parámetro que mide su calidad, índice de vegetación de diferencia normalizada, la cuestión cambia, quedando por debajo de lo aconsejable Almería, Cádiz, Huelva y Sevilla. No es menos sorprendente que cumpliendo la superficie, el 64,15% de la población de éstas carece de un 25% de zona verde. Las muertes evitables en estos conceptos serían de 584 personas.

Hay algunos apuntes que indican algunas cuestiones; los mejores datos de espacios verdes de calidad se corresponden con las concentraciones, emisiones y ruidos más bajos y viceversa. También señalan otros aspectos; los mejores datos coinciden con la localidad que tiene colocada la estación de medición fuera del casco urbano y el hecho que el papel lo soporta todo cuando es la administración la que tiene que dimensionar su espacio, supuesto, verde.

Deja un comentario