Zonas de Bajas Emisiones

La necesidad, que a mi juicio debe convertirse en obligatoriedad, de reducir las emisiones de contaminantes a la atmósfera para evitar sus efectos sobre la salud humana y sobre el planeta, tanto desde un punto de vista físico como económico, nos debe llevar a actuar sobre los medios de transportes responsables del 25% de las emisiones totales de los gases de efecto invernadero ( @mitecogob [i]).

Debemos tener en cuenta que la sociedad española de neumología y cirugía torácica[ii] estima que la contaminación causa 10.000 muertes al año en España, que diferentes estudios consideran que el Producto Interior Bruto mundial se reducirá un 3% por el cambio climático (Richard G. Newell, Brian C. Priest, Stevenson E. Sexton [iii]) y el coste de sus consecuencias estará en el 2030 entre el 14-30% del PIB mundial de 2022 (IPPC 2022  pag 1555[iv]).

Ante este desolador panorama se plantean diferentes programas de actuación entre los que se encuentran los relacionados con la planificación urbana. La mejor es la proyección de la ciudad para no tener que utilizar vehículo, generando zonas con heterogeneidad de usos, con todos los servicios necesarios a una distancia adecuada, potenciando la cercanía del puesto de trabajo a la residencia, ganando los ciudadanos la ciudad a los vehículos,… Hay modelos como el diseñado por el arquitecto franco colombiano @CarlosMorenoFr y su ciudad de los 15 minutos que está revolucionando los modelos tradicionales.

Un vehículo, usado el 8% de su vida útil y que ocupa el 65% del espacio público, debe ser eliminado de los espacios de relación social que deben conformar la ciudad. Hay experiencias cercanas, como la de Pontevedra, con reconocimiento internacional y, lo que es más importante, de sus vecinos.

La incorporación de discriminación de vehículos en función de su impacto es una medida obligatoria en ciudades mayores de 50.000 habitantes  (y los mayores de 20.000 habitantes con problemas de concentraciones de emisiones cercanos a los valores límites) a partir de este año 2023 y que se ha dado en denominar Zona de Bajas Emisiones, que forman parte de un plan de movilidad urbana sostenible.

Por supuesto, la movilidad sostenible debe estar complementada con medidas de fomento de movilidad activa (pie y bicicleta), mejora del transporte público, fomento de la electrificación y la movilidad compartida, todo ello con especial atención a la accesibilidad universal y a la mejora de la calidad del aire de los entornos de colegios, centros sanitarios y asistenciales. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 prioriza el cambio modal desde el vehículo de combustión hacia el transporte colectivo al objeto de descarbonización.

Las Zonas de Bajas Emisiones, ya en uso desde los años 90 en otros países europeos, tienen derivadas relacionadas con la inclusión que deben ser tratadas desde un punto de vista urbanístico y social, de lo contrario expulsaría de estas zonas a la población con menos recursos creando un efecto perverso; la segregación por niveles de renta.

Las consecuencias; mejora de la calidad del aire, disminución del ruido, cambio de modelo de movilidad, recuperación del espacio para los ciudadanos, igualdad de oportunidades, efectos sobre la salud física y mental, fomento de la relación social…


[i] https://www.miteco.gob.es/es/cambio-climatico/temas/mitigacion-politicas-y-medidas/transporte.aspx

[ii]https://www.separ.es/sites/default/files/SEPAR%20NP%20medio%20ambiente%20y%20salud%20%284%20jun%2019%29.pdf

[iii] https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0095069621000280#preview-section-abstract

[iv]https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg3/downloads/report/IPCC_AR6_WGIII_FullReport.pdf